Comenzaré diciendo que durante aproximadamente 2 años fui el mensajero de GoodPlanet en el viaje que emprendí por Sur América en Bicicleta. Hablé en escuelas a los niños, a campesinos y los públicos más variados sobre el agua, los bosques, la energía y otros temas, por supuesto de la bicicleta y su poder transformador también…

CONOZCO EN CIERTA MEDIDA ESA REGIÓN DE COLOMBIA, PUES EN ALGUNAS OCASIONES HE PEDALEADO SUS CARRETERAS Y DISFRUTADO DE SUS GENTES Y PUEBLITOS, SIN EMBARGO, ESTO FUE ALGO IMPROVISADO, LA MISIÓN: REPRESENTAR NUEVAMENTE LA FUNDACIÓN, ESTA VEZ EN LA 6TA EDICIÓN DEL FESTIVER.

Este año la Fundación fue invitada a la nueva Edición del Festival de Cine Verde, sin embargo, por cuestiones de presupuesto mis amigos franceses no podrían participar, así que adivinen: fui delegado por ellos para representarlos y una vez más hablaría de la máquina de los sueños. No encontré otra manera de ser consecuente con esta nueva misión, así que decidí que me iría pedaleando…

Decidí que sería bueno ir acompañado, así que convoqué interesados y para mi sorpresa 6 cicloviajeros se sumaron. Tuve un poco de temor pues no sabía si ellos estaban conscientes de que era un viaje de 1000 Km, para hacerlos en un par de semanas y por carreteras secundarias.

RUMBO AL FESTIVER

Llegaron a Medellín Gladys, su esposo Francisco y hermano Jorge procedentes de Armenia, del bello municipio de Jardín Dariel y acá en Medellín Víctor y yo nos sumamos. El 8 de septiembre de 2015 comenzó esta aventura que nos llevaría a Santander; en 3 días y por carreteras secundarias llegamos a Puerto Berrio, nos embarcamos en el río Magdalena y navegamos 100 Km hasta Barrancabermeja. En un par de días más estaríamos en Barichara, bordeando la Serranía de los Yariguíes por San Vicente de Chucurí, Zapatoca y Galán, este último en las orillas del Cañón del Suarez.

cicloturismo colombiaVélez, Santander

 

En la llamada tierra de los Patiamarilos nos quedamos un par de días, Barichara es realmente acogedor y por algo galardonado con el premio a uno de los pueblitos más bellos de Colombia. Con entusiasmo ofrecí mi charla, algunas anécdotas, reflexiones y con las atenciones de Toto Vega y su esposa Norida Rodriguez pasamos de lujo.

EL REGRESO A CASA

El grupo de viajeros se separó allí, pues algunos tenían compromisos personales. Que buenos compañeros de viaje resultaron ser: sensibles, alegres, amigos, cómplices; tanto que muy pronto pedalearemos a sus tierras a saludarlos. Víctor fue mi aliado en el regreso, era su tercer viaje con alforjas y aunque todavía está haciendo ajustes para perfeccionar su estilo, incluso yo aún lo hago, es grato ver como cada vez más personas van encontrando su camino en este tipo de experiencias de vida, viajar en bicicleta con alforjas es indudablemente enriquecedor y transformador.

Tomamos de nuevo la ruta, fuimos a San Gil con el ánimo de visitar el Parque el Gallineral y en la ciudad de los deportes extremos (no nos dejaron entrar ni siquiera al restaurante, así que no recomiendo ir allí en bici), nos fuimos entonces a El Socorro. El monumento en el parque principal a Manuela Beltrán me recordó el temple de la mujer santanderiana, disfrutamos al día siguiente de la plaza de mercado donde desayunamos y tomamos fuerzas para ir hasta Contratación, por la bella vía secundaria que pasa por Simacota y Chima.

Pasamos de nuevo el Cañón del Suarez y bordeamos La Serranía de los Yariguíes. El día siguiente fue una gran jornada, difícil pero por paisajes maravillosos llegamos a Vélez. Los pueblitos que cruzamos ese día son parte de la esencia del bello Departamento de Santander, estoy seguro que en cualquier momento volveré a pasar por Guacamayo, Aguada, Chipata y La Paz a visitar a los amigos que atrás quedaron.

Temprano en la mañana salimos de Vélez, comenzamos subiendo un par de kilómetros pero sabíamos que venía una gran bajada, estaríamos nuevamente en el gran valle de río Magdalena (Yuma), pasamos por Landazury, pernoctamos en Cimitarra y al día siguiente en un trayecto digamos que de transición ya estábamos en Puerto Berrio.

El regreso fue vía Cisneros, desde allí subimos la Quiebra y en casi 6 horas de pedaleo ya estábamos en Medellín. Era el 25 de septiembre, habíamos recorrido 1110 Km incluyendo los 100 que navegamos por Yuma (El Magdalena); así fue la travesía que de Antioquia nos llevó a Santander. ¿Saben qué?, como dicen por ahí, Colombia es realismo mágico.