En el año 2009 cuando decidí recorrer Sur América, me pareció lógico escribir a otros viajeros con más kilómetros en las piernas, para pedirles consejos y asesoría sobre como emprender tal aventura, fue así, navegando por internet que conocí a Oscar Cañon, Pablo Garcia y Damián López. Cada uno de ellos y a su modo respondió mis misivas con información y experiencias valiosísimas; soy un eterno agradecido con ellos como se los he hecho saber personalmente y través de menciones en otros artículos.
LOS CICLONAUTAS SOMOS CICLISTAS QUE COMPARTIMOS EL GUSTO DE VIAJAR EN BICICLETA Y LLEGAR LEJOS EN ELLA. TENEMOS EN COMÚN NUESTRA MANÍA DE CONVERTIR LA BICICLETA EN NUESTRO HOGAR Y LA PARRILLA PORTAEQUIPAJE EN NUESTRO CLOSET TEMPORAL.
Resueltos casi todos los temas logísticos para dar inicio al viaje del alma y con las ayudas de expertos cicloviajeros, en ese pedaleo por la red de redes encontré un blog de un bogotano de nombre Álvaro Moreno Hoffmann. No lo conozco personalmente, pero lo haré; desde que leí sus anotaciones y reflexiones sobre esta actividad nómada que hoy encarna el cicloturismo de larga distancia, una nueva visión sobre el viajar en bicicleta transita por mi ser, sus palabras hoy son vigentes para mi e incluso inspiración para seguir pedaleando…
Paso de Cordillera
Anticipadamente le daré gracias a Álvaro por permitirme expandir mis horizontes, dejaré además que sea él quién se presente y seguidamente los invito a que conozcan algunas de sus ideas por las cuales él viaja en bicicleta. «Nací y aprendí a montar en bicicleta en Bogotá. Un par de años durante la escuela primaria viví con mi abuela en Alemania y una universitaria que hacía de institutriz me acompañaba en bicicleta a las clases de acordeón y me guiaba por los parques, y los bosques.
Me enseñó a pedalear en Bremen, a descubrir los espacios públicos y naturales y a trastear la maleta del instrumento en el portacargas de la bici. Al regresar a Bogotá crecí en un barrio encaramado en la montaña, aislado de la red vial principal y entrelazado con el paisaje. Montar en bici por estas pendientes y calles en zigzag fue una experiencia reveladora.
Recorridos a pies por el cerro y más adelante recorridos en cicla por la ciudad me enseñaron que uno puede seguir aprendiendo, conociendo, asombrándose y creciendo. Que la belleza, la aventura y la inocencia no solo se pierden si no que también se ganan. Pienso que hay una dimensión transaccional con la energía y los lugares. La mística del viaje, la aventura de la peregrinación, la fascinación de pasear, la inspiración nomádica, la obsesión exploratoria y la revolución expedicionaria. Habla el movimiento, no el mero contacto visual.
Un estiramiento horizontal
EPISTEMOLOGÍA DE LA BICICLETA
Por qué viajo en bicicleta:
- No es una actividad al servicio de intereses competitivos, comerciales o espectaculares.
- No se trata de llegar a una meta, de batir un récord o de desafiar a nada ni a nadie.
- Prevalece el interés en el camino mismo, en la experiencia actual del espacio tiempo, en la búsqueda de sentido de los diferentes lugares y en el disfrute pleno del recorrido.
- Es una práctica independiente, que nos relaciona en forma inédita con el medio ambiente, con la gente y con el propio fenómeno interior.
- Se trata de viajar fuera de la órbita del asfalto, la autopista, el turismo y el transporte masivo.
- Se trata de evitar el tráfico automotor, las líneas rectas, las superficies lisas y los paisajes predecibles y contaminados.
- La invención de la bicicleta se relaciona históricamente con la aparición del cine y del surrealismo.
- Formas de arte y ciencia completamente nómadas que han sido cooptadas por el aparato de estado desde su mismo nacimiento. De forma que sus potencialidades poéticas, epistemológicas y vivenciales aún no han sido suficientemente estudiadas.
- La Bici como máquina de sueños.
- La Bici como peregrinaje moderno.
- La Bici como moviola (mesa de montaje) del paisaje urbano y rural.
- El paisaje como texto.
- La carretera como surco de información y textura vibratoria y el ciclista consciente como aguja de tocadiscos.
- Viajar en bicicleta como forma de sacar a danzar las circunstancias petrificadas.
- El parpadeo de las luces y sombras del camino como cinemática alucinatoria.
- Habla el movimiento, no el mero contacto visual.Hacer visible, decia Klee y no hacer lo visible o reproducir lo visible.
- Ciclocinematica.»
El texto anterior hace parte de una investigación de Álvaro sobre la Poética del Viaje en Bicicleta, prometo indagar sobre ella y traerles noticias. Los invito a darse una pasada por su blog: CICLOGRAFÍAS, un sitio un poco desactualizado a primera vista, pero con un orden lógico e ideas que perduraran en quienes aman explorar los caminos, la geografía, viajar, la vida misma y su movimiento…
Las imágenes que recrean este articulo le pertenecen, también el texto resaltado y en mayúsculas al inicio de este post; si deseas comunicarte con Álvaro este es su Perfil en Facebook, es un hombre atareado, así que si vas a contactarlo que valga la pena.